Por Jorge Eduardo - México
Luego de sus actuaciones en la Plaza México, los gallos mexicanos volvieron a la competencia directa y subieron el tono en la monumental tlaxcalteca.
Los toros de La Soledad, otro de los atractivos del festejo, en poco justificaron el interés por verlos. Resultaron desiguales de presentación, sobresalió para bien el cuarto de la tarde y para mal el segundo. En cuanto al juego, el quinto fue aplaudido en el arrastre, a pesar de que no tenía ni un muletazo por el lado izquierdo. Se cubrió aproximadamente medio aforo en tarde soleada que se fue tornando fría.
Abrió plaza Leo Valadez, quien se mostró con oficio ante el mansurrón primero de la tarde. Aunque el grueso de la lidia se fue en tratar de sacar al toro de las tablas, aún el aguascalentense logró pegarle algunos derechazos. Con el cuarto, Valadez estuvo serio, tanto que bordeó el umbral de la grisura a pesar de los buenos trazos por la diestra. Falló con los aceros.
Diego San Román se las vio con un segundo de la tarde anovillado y protestado. Sin embargo, la gente se olvidó de la molestia a las primeras de cambio, cuando el queretano empezó a ligar unos naturales mandones y muy sabrosos. Si bien los derechazos resultaron más bien afectados, los detalles de alto impacto encajaron mejor en la estructura de la faena en comparación del domingo pasado. No faltó el susto de un pitonazo en el pecho del torero. Perdió los trofeos por pinchar.
San Román hizo el poste lidiando al quinto, aprovechando la noble embestida por el lado derecho del cárdeno. Ahora sí se untó de toro en tremendo arrimón, que electrizó al público apizaquense. Y cómo no poner los pelos de punta con audacias como una arrucina en un palmo de terreno y con el torero completamente enfrontilado. En fin, que la osadía no le acompañó con la toledana y todo quedó en vuelta al ruedo.
Fonseca a la verónica
La de Isaac Fonseca fue una tarde de recuperación a pesar de sus dolencias físicas, que no se le notan por ninguna parte. El tercero de la función fue un toro soso y descastado, con un peligro sordo que poco se transmitía al tendido. Un Fonseca con más estructura y oficio hizo frente con firmeza a pesar de los constantes avisos del toro. Luego de un feo achuchón en unas manoletinas con sabor a relleno, pasaportó al toro después de pinchar.
Con el sexto, quizás el mejorcito del encierro y por mucho el más descarado por delante, el michoacano volvió a esta pugna interna entre el toreo para el tendido y el toreo bueno. De aquello hubo portagayola con revolcón incluído, circulares y desplantes. De lo segundo hubo unas extraordinarias verónicas, unas tersas chicuelinas y por lo menos una tanda por pitón. De nuevo vimos al mejor Fonseca en Apizaco, aunque la lucha con su versión tribunera nos hace preguntarnos cuál de los dos es el Dr. Isaac y cuál Mr. Fonseca cuando está en el ruedo.
Un metisaca antes de la estocada desprendida evitaron que un público entregadísimo solicitará más premios que una oreja.
Hubo buenas actuaciones de los banderilleros. Y cómo no, si hubo toreros de garantía como Gustavo Campos, Gerardo Angelino y Christian Sánchez. Por ahí se va destapando el aspirante Yael Sánchez, hijo del último de los mencionados, que estuvo solvente toda la tarde. Los picadores en cambio, no tuvieron mayor lucimiento. Amenizó el festejo un extraño mano a mano musical entre mariachi y banda de música, con un resultado no muy placentero.
El próximo fin de semana no habrá concierto de Alejandro Fernández, así que volveremos a la Plaza México para ver una corrida de Rancho Seco. Se disputarán "la banderilla de oro" los matadores Uriel Moreno "El Zapata", Antonio Ferrera y Francisco Martínez, quien confirmará su alternativa. Ya veremos qué nos deparará este cartel...
...Ya veremos...
Galería de fotos en #LaSuerteSuprema: https://lasuertesuprema.art.blog/2024/03/04/san-roman-y-fonseca-mantuvieron-la-llama-encendida-en-apizaco/