Por Jean-Charles Olvera - España
Novillada de menos a más la de esta tarde en Madrid. Hasta el quinto Guadaira (origen Jandilla) poco se vio por el juego escaso del entonces flojo y soso lote.
Salió ese quinto, de nombre Rector, al que le faltaba fijeza, pero Alejandro Mora fue a por él, recto y directo, mejorando entonces la embestida del novillo. La faena inició por originales derechazos por alto, caminando el novillero al paso hasta los medios. Continuó con series con mando y naturales aislados, el novillero superando en calidad al negro listón que impidió la ligazón. La estocada entera, trasera y ladeada fue efectiva, cayendo el de Guadaira en segundos, oyéndose entonces una petición ruidosa pero minoritaria.
Alejandro Mora en la vuelra al ruedo
El sexto de la ganadería andaluza, un colorado de nombre Hortensio, fue el más encastado y noble y dejó una nota alta y un buen sabor de boca. Ovacionado Miguel Andrades con los palitroques y en un último par al quiebro rozando las carnes. Otra música se oyó después, pues la movilidad del colorado de Guadaira desbordó de principio a fin al novel jerezano, aunque lo intentó a su manera. Pero se le fue y se le escapó Hortensio hasta con la espada baja que siguió una espectacular voltereta. Hubiera merecido más este novillo en conjunto, al que se le dio una gran ovación en su arrastre tras una muerte resistiéndose como bravo.
Poco más del veterano Curro Durán, algo ventajista en el cuarto, al que tendremos que ver con otro lote, tocándole esta vez el peor de la tarde.
Nos quedaremos entonces con ese final que fue a más, con el bravo Hortensio y los detalles interesantes de un Alejandro Mora que nuevamente dio una vuelta al ruedo en su segunda tarde venteña tras su presentación en agosto pasado. Algo tendrá este novillero, no solo por ser sobrino de Juan Mora, sino por ya ser aventajado en su arte y cualidades, que ya es mucho.