Por Jorge García R. – Ecuador
Sin nombres demasiado relumbrantes pero, con toreros que quisieron destacarse, el aficionado disfrutó de su pasión.
Planteamientos importantes, permitieron éxitos en varios momentos de la primera corrida. La entrega de Manuel de Jesús “El Cid” en su despedida, la madurez de Álvaro Samper pese a lo poco toreado y, el no dejarse ganar de Ginés Marín, destacaron la tarde ambateña, durante la feria taurina “Nuestra Señora de la Merced”, con un rendimiento regular de los astados de las ganaderías de Vistahermosa y Mirafuente. Ginés Marín salió por la puerta grande al cortar dos orejas al último de la tarde y, El Cid y Samper una oreja cada uno.
Manuel de Jesús “El Cid” realizó la mejor faena de la tarde pero, al fallar con la espada, tuvo que resignar la salida por la puerta grande. El triunfador, fue el joven torero Ginés Marín, con una excelente faena y el estoconazo que propinó al burel, mientras que, Álvaro samper demostró lo maduro toreramente hablando en que se encuentra al momento, y nos gustaría verlo toreando en alguna otra plaza de mayor importancia.
Todos los toreros cumplieron con su cometido y, la buena entrada del aficionado, hizo que vivieran momentos de locura y satisfacción, al ver a cada uno de los alternantes, hacer lo mejor con el ganado que tenían. Ya que, los toreros sacaron de los astados todo lo que podían, generando un gran éxito en la plaza, de un público que quería vivir realmente la fiesta brava.
Diferentes clases de toreo pudo mirar el aficionado en la segunda corrida, que tuvo una mejor presentación del rejoneador Oscar Borjas, cortó una oreja pese a que falló con el rejón de muerte; un faenón de Emilio de Justo que remplazó a Antonio Ferrera cortando dos orejas y saliendo en hombros por la puerta grande; y, voluntad y entrega, aunque poco conocimiento del nacional Francisco Cortés que, cortó una oreja por el pedido del respetable. Sin embargo, desperdició a su primer toro muy bravo. Cumplieron con creces las ganaderías de Peñas Blancas, Vistahermosa y Mirafuente, ya que, la mayoría de los astados fueron bravos.
Sin equivocarme, creo que el triunfador de la corta temporada fue Emilio de Justo pues, la dos orejas cortadas en el segundo de la tarde, fueron las mejor conseguidas en muchas ferias que hemos estado presentes. Por lo tanto, fue el momento más emotivo de la feria ambateña completa pues, como no hemos visto hace años en tierras ecuatorianas, el aficionado taurino que concurrió a las dos corridas, disfrutó como nadie, e incluso, tuvo ánimo de armar bronca a la autoridad en el último de la feria pues, sus coterráneos querían, una segunda oreja para el torero Cortés que, en realidad no le alcanzaba. Solo fue el amor al torero de la tierra.
Excelente la actuación de la presidencia de la plaza; varios problemas en el arrastre del ganado en la primera corrida; muy mal el cachetero, hermoso el obsequio de la artista ecuatoriana Karen Trejo para El Cid en su despedida; regular los banderilleros y picadores. Y, en la segunda corrida, los toros revolcaron a los toreros de turno y a un banderillero, ya que, en la plaza había toros bravos de verdad. Enhorabuena para Citotusa, empresa organizadora de la feria taurina anual en la ciudad de Ambato, por lo conseguido con el aficionado taurino. Confiemos que ese sea un buen año para la tauromaquia ecuatoriana. Que Dios reparta suerte.
Ginés Marín en hombros en la primera
El Cid con un recorte torero en su despedida
Álvaro Samper luego de cortar una oreja
Hermoso derechazo de Emilio de Justo
Derechazo de Francisco Cortés
Oscar Borja coloca una farpa
Fotos: Alberto Suárez