Por Jorge Eduardo - México
Ni la intervención azarosa de la suerte en el cartel de la novena novillada logró rescatar a la temporada novilleril del bache en el que se encuentra.
Antes bien, la situación se recrudeció luego de que la empresa se viera obligada a sustituir al herido Ángel Gabriel, anunciado originalmente. En vez de apostar por alguno de los chicos que ha sobresalido o tocado pelo —que en la Plaza México no son sinónimos—, los mandamases de la Monumental optaron por repetir a Emilio Ricaud de inmediato.
No se trata de hacer escarnio sobre el aguascalentense, pero sí es menester resaltar que en su debut tuvo un desempeño que, viéndolo con buenos ojos, mostró muchos aspectos para tomarse un tiempo en mejorar y no como para volver al domingo siguiente. Bien, pues inexplicablemente, la apuesta de la empresa fue por duplicar la loza sobre las espaldas de este joven, en vez de traer de vuelta a alguno de los que han lucido más sólidos.
César Ruiz, Jesús Sosa, Manolo González, Luz Elena Martínez, Axel López e incluso José María Mendoza son nombres con los que se hubiera podido conformar una temporada atractiva, aunque fuera por accidente, junto con el fantasmal Bruno Aloi. Sin embargo, el planteamiento de rellenar carteles con nombres y hacer repeticiones arbitrarias han convertido a la temporada en lo opuesto: un despropósito.
Naturalmente, los resultados son acordes. Los tendidos lucen cada vez más desiertos y los ocupan aficionados irritados por el sol cenital e incandescente, dispuestos a manifestar su inconformidad a la menor muestra de incompetencia de los chicos anunciados, que de eso hacen gala para muy mala fortuna de la fiesta brava. Solo el aspecto ganadero podría considerarse un éxito rotundo en esta temporada.
En esta ocasión, toco turno a la debutante Palma del Río, que envió un lote disparejo de presentación y no particularmente sobrado de casta, pero que ofreció posibilidades de triunfo que la terna de aguascalentenses solo pudo aprovechar en escaso grado.
Decíamos que Ricaud poco pudo hacer frente al cárdeno y noble abreplaza, que a pesar de no ser un dechado de nada acudió a las telas en un buen puñado de ocasiones. Con el cuarto, negro de capa, el de la repetición se desdibujó hasta terminar de plano sobre pies.
Jaime Navarrete fue quien firmó los mejores momentos de la tarde, especialmente con el segundo de la función, un novillo serio y con bastante edad, con el que mostró su disposición de pasarse cerca a las reses y su concepto de toreo largo y sabroso. Sin embargo, la lidia fue desordenada y Navarrete quedó al merced del burel un par de veces.
Jaime Navarrete, lo más destacado
Con el quinto, Navarrete tuvo más contratiempos para acomodarse y quedó patente que aún hay un trecho por delante para que su tauromaquia gane solidez técnica. Sin embargo, no dejó mal sabor de boca y resultó evidente que sus carencias no son de esas que solo se solucionan “volviendo a nacer”, sino que tiene una seria chance de cuajar como torero.
Mario Rangel tuvo un debut gris ante un novillo muy discreto de presentación, en el que deambuló por el ruedo buscando más o menos aprovechar el viaje del novillo sin lograrlo más que en escasos, escasísimos pasajes. Ya para este momento la novillada se estaba tornando por demás pesada.
Con el sexto, el nuevo en esta plaza se desentendió de la lidia durante el primer y el segundo tercio y salió al ruedo para mostrar la misma indecisión y falta de carácter que antes. Escuchó los últimos dos de los seis avisos totales que sonaron a lo largo de la tarde para él y sus compañeros. En resúmen, un despropósito para el olvido.
Saludaron el tercio los banderilleros Fernando García y Jorge Luna, mientras que los piqueros no pudieron sobresalir, pues les ordenaron sobrepasarse con la vara, lo que tampoco gustó a la concurrencia, que no necesariamente entiende qué pasa en estas situaciones y de quién es la responsabilidad.
Hablando de despropósitos, los antitaurinos pretenden una prohibición legislativa de la tauromaquia “fast-track” en el Congreso de la CDMX, respaldada, supuestamente, por treinta mil firmas que recabaron a duras penas. Es necesario que todos los aficionados se movilicen y contacten a sus representantes para contrarrestar esta situación.
…En fin… que la próxima semana cambiará la dosis y en vez de novillada dominical, serán seis toros de San Marcos en lunes a las 4:30 de la tarde, para el rejoneador Cuauhtémoc Ayala, Pepe Murillo, Juan Luis Silis, Angelino de Arriaga, Luis Ignacio Escobedo que confirmará su alternativa y Juan Pedro Llaguno… ¿Será que nos encontremos en la plaza?
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