Por Jorge Eduardo - México
...que eran pocas. En contraste, Atlanga desconcertó con descastado encierro.
Reapareció en la Monumental el hierro de la familia Rodríguez después de 29 años, reconvertido en una vacada de sangre de Fernando de la Mora. Además de la escasez de trapío en contraste con las otras tres novilladas de la temporada, los astados tlaxcaltecas acusaron la falta de casta, la debilidad y el juego defensivo que en poco colaboró al lucimiento del festejo.
En primer lugar, es menester dedicar estas letras a la memoria del maestro Paco Camino, ídolo de la afición mexicana cuyo recuerdo continuaba flor de piel cuando me hice asiduo a la fiesta de los toros. Cuando había puestos de películas taurinas afuera de la Plaza México, eran distintivos los olés desgarrados de sus faenas en el Toreo de Cuatro Caminos que se comercializaban afuera del embudo y la devoción que por él tenían los aficionados viejos. Hoy nos ha dejado, pero su legado sobrevivirá por siempre.
En cuanto a la novillería, la tercia provocó el disgusto de la afición que asistió a los tendidos de la Monumental y se escucharon seis avisos a lo largo de la tarde. Abrió plaza el badajocense Carlos Domínguez, que tuvo una tarde aciaga ante un lote disímil. Ante el primero, deslucido y que tiraba derrotes por ambos pitones, el español exhibió pocos recursos en una labor que se tornó áspera debido a los fallos con la toledana. Hubo poco qué rescatar del juego del primero de los dos ensabanados.
El cárdeno cuarto de la tarde fue el de mejor juego del festejo, aunque tampoco fue lo que diríamos un novillo de bandera. El hispano se mostró voluntarioso, pero ofició con altibajos ante lo rápido que se revolvía. De nuevo vinieron los problemas con la toledana y la hostilidad del público.
Efrén Cabrera tuvo una tarde cuesta arriba en la que se mostró escaso de oficio para superar los desafíos que planteó su lote. Con el primero de su lote la cosa vino a menos cuando el capitalino ofició con la espada sin mucho éxito hasta escuchar dos avisos.
Con el quinto, el otro debilísimo berrendo en cárdeno, había muy poco qué hacer. La concurrencia tomó a mal los desplantes impertinentes del torero de la tierra, que volvió a mostrarse incapaz con la espada.
El franco-aguascalentense César González "El Quitos" fue el único en mostrarse un paso por delante del escaso nivel de la terna. Ya con el tercero de la tarde lució en control de la situación y aunque aliviándose un poco logró buenos trazos. Mostró mejor dominio del acero, aunque tampoco fue particularmente eficaz.
El sexto, berrendo aparejado, se empleó un poquitito mejor que sus hermanos. "El Quitos" hijo estuvo voluntarioso aunque entre altibajos. Sobresalieron tres derechazos al hilo de las tablas que fueron muy coreados. Más o menos no padeció tanto con la toledana y escuchó el reconocimiento de la concurrencia.
El Quitos, lo más destacado
La Monumental continúa exhibiendo prácticas que no benefician al aficionado. Sobre todo, las larguísimas filas para obtener un boleto en la única taquilla abierta, mientras que hay personal de sobra en otras partes de la plaza que solo están repitiendo mensajes mecánicamente. El reloj de la plaza marcó diez para la una durante todo el festejo. En fin, cosas que parecen en segundo plano para la empresa que organiza los festejos en la Plaza México.
Por otro lado, esta novillada fue la primera asoleada cabal de la temporada en horario de sol cenital. Entre algunos amigos nos cubrimos con sombrillas durante parte del festejo. Ni modo, por lo menos evitamos el aguacero que se soltó por ahí de las cinco de la tarde.
Por cuarta vez consecutiva presidió la novillada Enrique Braun. Está vez no hubo ocasión de otorgar orejas, pero hubo manga ancha con los arrastres lentos. La autoridad despachó uno al cuarto muy en la raya de lo aceptable y otro por demás exagerado al sexto de la tarde. Eso valió para que el ganadero Emilio Rodríguez pretendiese salir al tercio aunque nadie lo solicitara y, por tanto, entre división de opiniones.
La próxima semana habrá dos festejos en la zona urbana de la Ciudad de México. El domingo se lidiarán seis novillos de La Playa y darán cuenta de ellos Luz Elena Martínez, Paco de la Peña y Kevin Loyo. El lunes 12 en Santa Clara Coatitla Ecatepec, serán seis toros de Pepe Garfias para El Calita, Juan Pedro Llaguno y Francisco Martínez. ¡Nos vemos en los toros!
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