Por Jean-Charles Olvera - España
La ganadería de Pedraza de Yeltes lidió este domingo un interesante lote casi completo en Las Ventas justificando al aficionado porqué es una de las ganaderías predilectas en Francia.
Sin peros en la presentación, con algún pitón astifino como pocas veces se han visto estas temporadas y con un promedio entorno a los 600 kilos. Interesante de juego, aunque desigual, entre ásperos (1), noble con codicia (2, ovacionado), gazapón (3), destartalado (4), un inédito 5º bis de Carmen Valiente y un último toro bravo que propició un tercio de varas, ovacionado de pie. Para todos los gustos.
Confirmaba alternativa el diestro luso Manuel Días Gomes, de casi 34 años ya, que tuvo el peor lote, pero al que vimos detalles toreros que gustaron y que nos dará gusto volver a ver en otras condiciones. Escuchó palmas con Alambisco, su toro de confirmación, y de no haber matado de una espada caída, hubiera sin duda saludado al tercio. Saludó Ángel Otero con los palitroques que no quiso acompañar un enfadado Fernando Sánchez, que bien se lo merecía.
No tuvo suerte Días Gomes con el 5º de Pedraza que se estrelló como un misil en el burladero del 7 saliendo directo de toriles, pero que aun así y poco antes de ser lógicamente sustituido por uno de Carmen Valiente, mostró cualidades, humillando hocico al piso. Una lástima de toro.
Se podrá discutir de la oreja (con aviso) que cortó Román, oreja que fue del gusto de una mayoría de aficionados que sigue apreciando su valor y dignidad. Toreó de lejos al 2º, acabando a más por cercanías con la zurda y con un estoconazo al ralentí que valía de por sí un trofeo. Poco pudo mostrar con el 4º protestado tras emborronar faena con los aceros y la cruceta (dos avisos).
Aunque vimos el mejor capote de la tarde en un quite al 2º de Francisco de Manuel, el joven colmenareño decepcionó un tanto al no encontrar solución con el escobillado gazapón que finiquitó con bajonazo. Desentendió también al cierraplaza, aunque comenzase bien la faena, que fue un bravo toro de nombre Niñoso y no “Niños G” como anunciado en la papeleta del sorteo distribuido en las puertas de la plaza, sin duda una equivocación de algún fanático de los Hombres de la misma letra. Eso sí, Francisco de Manuel permitió el lucimiento en varas de este colorado ojo de perdiz con un tercio de escuela que recetó el gran varilarguero Aurelio Cruz como si estuviese tan tranquilo en campo abierto. La plaza se puso de pie como pocas veces. Las picas, sean de Flandes, del campo charro, de Ceret o de Madrid, gustan tanto en Las Ventas como en otras plazas. Cosas de afición y de educación.
Aurelio Cruz y Niñoso de Pedraza de Yeltes
La corrida no salió completa como nos hubiera gustado, pero mostró esos matices interesantes que nos hicieron olvidar el frio polar que reinaba en los tendidos venteños y concluyó con la guinda en el pastel con esas tres cargas alegres de Niñoso, dándonos por fin las muestras del porqué esta atípica ganadería repite casi siempre temporada tras temporada en plazas galas como Dax, Garlin o Bayona, entre otras tantas.