Por Jorge Eduardo - México
La feria cerró con seriedad luego del bache de hace ocho días. Desafortunadamente, esta nunca llegó al palco de la autoridad. El martes defenderemos la tauromaquia en el Congreso local.
Después del chasco de concurso de ganaderías de la semana pasada, el último sábado de la FICT 2023 en Texcoco tuvo como eje y protagonista al serio encierro de Barralva que salió por la puerta de toriles. Con edad, trapío y complicaciones, los toros de los Álvarez Bilbao dieron espectáculo.
Ernesto Javier Tapia “El Calita”dio una de cal y otra de arena en la tarde. Con el serio, muy serio abreplaza, al que muy seguramente le faltó otra vara, el mexiquense estuvo con dudas y sobre pies, alcanzando apenas a templar algunas de las emotivas embestidas del cornúpeta.
La faena al aldinegro cuarto fue de otro talante. Sobresalieron un par de tandas por la derecha en las que alcanzó la ralentización genuina del toreo, lo mejor de la tarde en cuanto a los toreros. Pero también lo vimos despatarrado de más y retorcido, pegando muletazos cortitos demasiada posturilla. Mató de estoconazo y cortó dos orejas que debieron ser una.
Poco pudo hacer Arturo Saldívar con el segundo, uno de los malos del encierro, al que despenó pegado a las tablas de un feo bajonazo.
El quinto toro tenía motor y algo de repetición. Un dejo de debilidad durante los primeros tercios animo quizás a Arturo a aplicar su procedimiento usual y dejar al toro apenas picado. Quedará la duda para la posteridad de lo que pudo ser ese toro de llevarse otra vara, de haberse limado ese punto de brusquedad en su embestida, de haberse asentado su fuerza durante el último tercio.
En fin, que Saldívar logró pegar un manojo de muletazos sueltos entre su concepto de tirones y estrellones con la muleta. Mató, ahora sí, de un estoconazo y cortó otras dos orejas sonrojantes.
Lorenzo Garza Gaona ocupó el lugar reservado para el triunfador de los festejos anteriores. Con el tercero, el único asaltillado tanto presentación como de juego de la corrida, cornipaso de imponente arboladura, el de dinastía logró los que hasta entonces habían sido los mejores trazos de la tarde. Relajado y vertical, templando mucho, pero impedido por la mansedumbre súbita del toro.
Ya desde el tercero fueron evidentes sus problemas con la espada, mismos que le impidieron tocar pelo tal vez hasta por partida doble. Con el sexto, de mínimas opciones, Lorenzo tampoco estuvo en plan de imponerse. Con el alfanje, lamentablemente volvieron los problemas.
Volvió a salir el toro en Texcoco tras una semana de asueto
Terminó Texcoco reafirmando la lección de la que tomamos nota hace dos semanas. Solo cuando aparece el toro con todo su esplendor es posible capitalizar los esfuerzos por atraer nuevos aficionados. Sobre las premiaciones, lamentablemente el papel del maestro Leonardo Campos como autoridad resultó en un regaladero indigno de apéndices.
Martes 18 de abril. Es nuestro turno de defender a la tauromaquia en el Congreso de la CDMX.
En punto de las 8 de la mañana se entregarán las firmas, el triple de las reunidas por los antitaurinos para su iniciativa prohibicionista según los organizadores, en las instalaciones del Congreso local de la capital. La cita es en la calle de Donceles esquina con Ignacio Allende en el Centro Histórico.
Recopilando brevemente, las corridas de toros en la Ciudad de México son legales y el reglamento taurino de 1997 se mantiene vigente. Valiéndose de los mecanismos de democracia directa, una asociación animalista, célebre por almacenar perros muertos en domicilios particulares, reunió catorce mil firmas para solicitar la prohibición legislativa de las corridas en la capital.
En contraparte, desde la afición taurina se ha planteado la colecta de firmas para solicitar al Congreso nuestra propia reforma para que la Constitución local contemple a las corridas de toros como un bien cultural protegido sin ambigüedades como las del texto original del 2016.
Por otra parte, está el frente judicial. Ahí, un amparo promovido por una advenediza asociación civil llevó al terreno de un lío entre particulares al que es, en realidad, un problema político y social más amplio. Ese asunto es un juicio que se dirime en juzgados y tribunales administrativos.
Es decir, las firmas no harán que la Plaza México vuelva a abrir sus puertas. Sin embargo, de la participación que tengamos los aficionados en los espacios legislativos y de atención pública de nuestros diputados será que logremos que las corridas de toros continúen legales en nuestra ciudad.
Así que vayamos, participemos, informémonos, crezcamos política y públicamente. No solo es nuestra oportunidad, es nuestra responsabilidad como ciudadanos hacernos escuchar. Nuestro papel no se agota el martes en la mañana. Sigamos adelante, por favor…
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