Por Jorge Eduardo - México
La debilidad de los Chinampas, el puyazo del “Zurdo” y el entusiasmo por Gamero, las señas de la tarde.
Entre el toreo y la extravagancia, Gamero se hizo de las simpatías del nuevo público texcocano. Zapata, entre su repertorio habitual y chispazos del toreo. Juan Pablo Sánchez sin opción ninguna.
La corrida del hierro jalisciense de Chinampas, la más voluminosa de las lidiadas en Texcoco hasta ahora, pero mucho muy débil en su juego. Tan solo dieron opciones de triunfo los que hicieron cuarto y quinto, mientras que primero y segundo mal que bien se mantuvieron en pie.
Emiliano Gamero se las vio con más complicaciones durante la lidia del abreplaza, un toro bastante parado con el que lució llegándole a los terrenos y clavando con eficacia, aunque sin mucha transmisión. Mucho de este nuevo público que va llegando a la plaza de Texcoco conectó de inmediato con el toreo a caballo.
El cuarto se desplazó mucho mejor, Gamero se hizo de él acertadamente desde el inicio de la lidia y produjo los momentos más intensos de la tarde cuando toreó ceñido y templando a la grupa. No obstante, el toreo de Gamero está tan sobrecargado de desplantes, piruetas y otras monadas tan lejos de la cara del toro, que bien se puede poner en tela de juicio su buen gusto.
La autoridad otorgó una oreja para el jinete luego de tres pinchazos. La división de opiniones fue escandalosa y, aún así, Gamero se aferró al retazo de toro. Podemos especular que, tal vez, los fallos con el acero fueron lo que nos puso a salvo de otro rabo de los del juez Leonardo Campos. Los equinos tropezaron en dos ocasiones, similar a como ocurrió con los de a pie en la primera corrida.
Los Forcados Amadores de México consumaron dos pegas en terrenos cortos, que fueron incrementando su espectacularidad y su valor torero conforme las reses tiraron derrotes complicando a las ayudas. Completaron el cuadro dos muy lindas intervenciones de los rabilladores. Hicieron de forcado de cara Andrés del Villar y Joss Sandoval respectivamente.
Un derechazo de El Zapata
Uriel Moreno “El Zapata” se las vio con un toro débil que se quedaba muy parado y con el que se acomodó echando mano de su bisutería, como la vitolina o rematando por alto. De toreo en redondo, poco. La estocada más eficaz de la tarde le valió una oreja sin mucha fuerza.
Con el quinto tuvimos ocasión de verle ligando dos tandas de derechazos, algo inusual en la tauromaquia del Zapata, fueron seis buenos muletazos hasta con profundidad, pero sin meterse mucho en el terreno del toro. Aún así, genio y figura, ni bien terminó de pegar los primeros tres cuando ya estaba agarrado de los cuartos traseros de la res, débil pero con clase. Falló con el acero.
El que bailó con la más fea fue Juan Pablo Sánchez. Poco pudo hacer para obligar a arrancarse al tercero de la función, que encima le echó la cabezota arriba complicándole lo de entrar a matar.
Se empeñó tan afanosa como inútilmente en estar en la cara del cierraplaza, un inválido cabal que no podía dar dos pasos sin desplomarse. La banda de música y el torero le hicieron al cuento con la insoportable Pelea de Gallos cuando parecía conducente abreviar.
Luz y sombra de los picadores, porque hay de vueltas del retiro a vueltas del retiro. El veterano Ricardo Gaytán “El Zurdo” cuajó otro señor puyazo al tercero de la tarde, que no parecía que se vendría a menos como lo hizo luego de pelear como bravo. Será que mucha casta no tenía.
En contraste, Juan Carlos Gómez volvió a vestir la calzona de picar en mala forma física. El percance que sobrevino se presagiaba y debe servirle al torero como señal para pensarse bien si vale la pena sufrir más porrazos como este y, a la dirigencia del nuevo sindicato de picadores y banderilleros, para reflexionar si con estos elementos afrontarán la turbulencia político-taurina en puerta.
La entrada rozó los tres cuartos del aforo de la Silverio Pérez. De nuevo fue notoria la presencia de público recién llegado al espectáculo, fruto seguramente del trabajo sindical del señor Haces.
Campaña de firmas en defensa de la tauromaquia.
Inició una campaña de firmas para contrarrestar la intentona prohibicionista en el Congreso de la CDMX. Esta vez se trata de una iniciativa ciudadana en la que apenas dieciséis mil firmas amenazan a la fiesta de toros.
Promovida por Tauromaquia Mexicana y otras organizaciones, invitamos a la afición a participar SIGUIENDO ESTRICTAMENTE las instrucciones al recabar las firmas para evitar que el Instituto Electoral local las rechace. Solo pueden participar —por ahora— habitantes de la CDMX con credencial del INE vigente. El objetivo es juntar varias decenas de miles de firmas más que los antitaurinos y constituir nuestra propia iniciativa ciudadana.
Para más información, por favor visite la web https://porlatauromaquia.com/ o comuníquese con Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
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