Por Jean-Charles Olvera - España
Discreto inicio de la feria de Otoño con una novillada de un enésimo envío en este coso de Fuente Ymbro, del cual destacó el primero.
Fue un mano a mano entre Víctor Hernández y Álvaro Alarcón, los dos novilleros triunfadores de la temporada venteña y de la temporada europea en sí, programados como garantía de un buen debut de feria, pero al final dominaron el aburrimiento y la sosería.
Aunque el madrileño Víctor Hernández haya saludado al tercio al primero, tuvo petición al tercero y oreja con división al cuarto, siguió dejándonos perplejos con su toreo académico, mecánico y frío que apenas llegó a los tendidos y, sin duda, menos de lo que él mismo esperaba.
Terminó con bernadinas al primero tras larga faena avisada y por debajo de la clase y nobleza de ‘Taconero’. Acabó por manoletinas de rodillas al cuarto, lo que animó un pelín más las gradas populares, más proclives esta tarde al tremendismo que al clasicismo, pero poco más nos ofreció Hernández que alguna que otra serie aislada.
Faenas sin estructuras y pases sin alma. Los gritos de sus numerosos y fieles seguidores consiguieron finalmente la concesión de una peluda al cuarto, pero con legítima división tras espada ladeada. Marcos Prieto se desmonteró al tercero tras dos grandes pares.
El toledano Álvaro Alarcón parecía haber pisado el ruedo con más postura pero fue sorprendido por el pitón derecho del segundo novillo de Ricardo Gallardo, quien le había, cabe resaltar, previamente avisado al iniciar faena.
La cornada de 15 centímetros en la cara interna del muslo derecho no le impidió quedarse en el ruedo, no sin un torniquete. Casta de Alarcón. Abrevió con ese peligroso utrero y se dirigió solo a la enfermería oyendo la más grande ovación de la tarde.
Corrieron turno y Alarcón lidió los dos últimos. Por fin vimos un inicio de faena muy torero al quinto, por estatuarios pero el de Fuente Ymbro se fue a menos.
Poco más con el último castaño quien sufrió dos vueltas de campana que le dejó casi inválido, siendo muy protestado. Abrevió con un mete y saca y una espada baja, sin realmente convencer.
Ni Álvaro Alarcón, ni Víctor Hernández, ni los de Fuente Ymbro, menos el primero, que vimos en este ruedo con más raza y mejores condiciones.