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Por Jorge García R. – Ecuador
El Papa Francisco ha nombrado al salesiano Alfredo José Espinoza Mateus como nuevo Arzobispo de la ciudad de Quito, la hermosa capital ecuatoriana.
Pero, antes de su posesión, ha demostrado que además de sus méritos religiosos (que me imagino que los tiene), ha hablado en contra de las drogas, la violencia y las ”corridas de toros” (?). Señor obispo, fueron los franciscanos quienes trajeron los toros de lidia a Ecuador, tanto así, que ellos dieron el premio al ganador de la feria taurina “Jesús del Gran Poder” y, fue en su monasterio, donde se hacía la premiación, durante algo más de medio siglo. La religión católica no está en contra de los toros, por lo tanto, usted debería hacer su apostolado, respetando a los que piensan diferente. ¿No le parece?
Esto quiere decir, que no solamente la tauromaquia tendrá a los ya conocidos “seres raros” como sus enemigos, sino que, tendremos en contra al nuevo alcalde del cantón y, ahora, hasta al nuevo obispo. ¿Será mala suerte o que Dios nos estará poniendo estas trabas para conocer si podemos salir adelante? Lo único que todos deben saber, es que los miles de inteligentes aficionados a la mejor de las fiestas, ya han reaccionado, diciéndole al prelado, que no se meta con los maravillosos toros de lidia.
Sin embargo, existe un problema adicional, cuando las autoridades de las intendencias de Policía, nos hablan con una “supuesta seguridad” y se refieren a los “niños” pero, de 18 años” (?); ya que, todos conocemos, que en realidad están equivocados. Pero, analicemos un poco este tema, para entender quién en realidad tiene la “culpa”, aunque eso no es muy importante. De acuerdo con lo que dicen los diccionarios de habla hispana, “un niño es un ser humano que aún no ha alcanzado la pubertad”. Por lo tanto, es una personaque está en la niñez y que tiene pocos años de vida.
En un sentido más amplio, la niñez abarca todas las edades del niño: desde que es un lactante recién nacido hasta la preadolescencia, pasando por la etapa de infante o bebé y la niñez media. Cuando se analiza las edades y las etapas de la vida de un ser humano, tenemos: prenatal; bebé, de 0 a 12 meses; niño pequeño, de 1 a 3 años; preescolar, de 3 a 5 años; escuela primaria, de 5 a 12 años. Esto entendíamos todos, que era el límite de la edad para un niño de cualquier sexo, ya que, de 12 a 18 años, estamos hablando de adolescentes.
Pese a todo lo anotado, al continuar con la investigación, aparece la expresión sobre lo que dice la Convención sobre los derechos del niño que, lamentablemente, dicen que entiende por niño, “a aquel ser humano -de cualquier sexo-, que es menor de 18 años; es decir, deja de ser niño con la mayoría de edad”. ¿Habrase visto tanta estupidez? Luego de leer esta zoquetada, uno se pone a pensar, si se trata de lo “nuevo del siglo XXI” pues, quienes si estudiamos mucho de la historia de todo el universo y de nuestra amada Tierra, parece que con los años, “no entendemos nada”. O, posiblemente, la Real Academia de la Lengua, ha cambiado los conceptos de todo. Yo creo que no pero, de lo que estoy seguro, es que se trata del mal llamado “Socialismo del Siglo XXI” que, me imagino, que tiene alguna patraña que solo establece el odio a las artes dentro de sus estatutos.
Por lo tanto, me parece que debería hacerse un pedido a esta institución cultural, para que nos aclaren a los taurinos del planeta, cuál es la verdad. Puesto que, de no hacerlo, seguirán los “seres raros” tratando de dañar cada día más a la tauromaquia y, con ello, buscando desaparecer todo lo que representa en España y el mundo, este maravilloso arte, que tiene que ver mucho con el ecologismo técnico que, parece que siempre será motivo de “disgusto” de los seudo ecologistas que son miembros natos de los “seres raros”, por parte de la “estupidez humana”. Ojalá las cosas se compongan en mi hermoso y querido país como Ecuador y, conjuntamente con ellos, en los países inteligentes que forman parte del mundo taurino. Que Dios reparta suerte.
