Por Máximo de la Peña - España
Toro bravo de España, defiéndete con tu nombre, no solo son féminas las mujeres, también las hembras de tu casta.
Un toro de indulto y puerta grande le pusieron de nombre “Alcalde” era hijo de una alcaldesa de la ganadería. También a los toros llevan siglos poniendo a los hijos los nombres de los padres y de las madres, para recordar su raza y su grandeza.
Imagino que desde entonces la ignorancia no sobreviene de un día para otro y hay quien la mantiene durante años por no escuchar y aprender de los que saben, o no preguntar antes de tomar una decisión. Es lo que le ha pasado a la actual alcaldesa de Gijón, (esperemos que por poco tiempo) le indignara que un toro lleve el nombre de su cargo público. Pero ha decidido por su ignorancia acabar con las corridas de toros en su ciudad, como si fuera suya. Allí durante las fiestas se han lidiado dos toros con el nombre de “feminista” y “nigeriano”. Y eso, para ella, es un insulto a la ignorancia de las feministas de pancarta y a los emigrantes nigerianos. Como si las féminas de género y el emigrante no tuvieran dignidad y grandeza. Así que, con su delirante criterio, la alcaldesa discrimina también a los “niñeros”, “turroneros”, “coroneles”, “milanos” o “cantadores” de cante grande.
Nombres de toros lidiados esta feria en “El Bibio”. Menos mal que la dueña de Gijón no ha visto ultraje también en los que cuidan niños, los turroneros, los militares o los pájaros de su cabeza. Lo del cante no lo entiende.
Es de traca si la alcaldesa no tuviera un bastón de mando, que le pagan todos sus ciudadanos y no solo los que piensan como ella. La señora González está en su derecho de odiar la fiesta de los toros, pero no tiene ninguno para prohibirlos. A estas alturas cualquiera que cobra del Estado debería saber que hay una ley que exige a todas las administraciones publicas la “protección y conservación” de la Tauromaquia, por mucho que a ella no le gusten.
Podríamos entrar en el surrealista nombre de los toros, pero sería un error que solo desviaría el foco del verdadero problema que tiene en su ciudad. La intransigencia y la ignorancia se han unido en el poder y eso suele resultar catastrófico para los ciudadanos.
Del sectarismo de estas alcaldesas, nos librara el toro bravo de España…