Por Giovanni Cegarra – Venezuela
Llegamos al último semestre del año y por los malos vientos que soplan, entraremos al año 2021, cargando aún con la pandemia del coronavirus...
que se ha llevado por delante, el desarrollo e impulso económico en el mundo y en nuestro país, ni se diga, “no tenemos economía” es el común decir, entre sectores empresariales, industriales, turísticos, familiares y en lo que se corresponde, a la organización de Ferias Taurinas venideras, ni pensarlo por mucho que se quiera, así de sencillo.
El descalabro taurino en Venezuela, continuará en el 2021. A la fecha “ni pío” se dice o comenta, de lo que podría ser la Fiesta Brava de dos tradicionales Ferias, como lo son, para enero, la LVIIª Feria Internacional de San Sebastián, en San Cristóbal, Estado Táchira y en febrero, laLIª Feria del Sol/Carnaval Taurino de América, en Mérida, Estado Mérida, Región Los Andes, que, de hecho, sus organizaciones también están en vilo, ante la continuidad de la cuarentena social sanitaria, por lo que se vislumbra “sin querer queriendo”.
La Fiesta Brava en nuestro país, con esto de la cuarentena social colectiva, tiene futuro incierto, no tiene vida, verdad inobjetable, el descalabro taurino, más del que ya se arrastra, es inminente, para empresarios taurinos, sector turístico recreacional, comercio, etc., sin caernos a mentiras, por mucho que queramos, es imposible, echar una Feria Taurina por delante, en estos tiempos por demás difíciles, en una situación sanitaria tan compleja, que ni idea se tiene, cuando saldremos de ella.
Realidad cierta, que estruja inmisericorde, a todos, sin distingos de clase y posición, se lleva por delante, desastrosamente, a toda actividad económica empresarial turístico recreacional taurina, abrigándose la esperanza que pronto sea levantada la pandemia mundial nacional, volver a retomar, el hoy, anhelado, quehacer cotidiano, con la mano de Dios y olé.
Foto: Mural taurino de Enrique “Kike” Torres.