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Por Jean-Charles Olvera - España
Con el buen 5º de la tarde, ‘Calentito’ n°18 de José Escolar Gil, llegó el momento culminante de la tarde.
Salió de toriles este verdadero tío de 656 kilos, impecablemente presentado, con dos pitones veletos típicos de esta ganadería. Este cárdeno fue ovacionado tras su salida de chiqueros, teniendo la suerte de llegar en su final de vida en Las Ventas con un diestro conocedor de la lidia y de la idiosincrasia de esta afición.
Una afición que si bien no colgó el ‘no hay billetes’ como en otras tardes de relumbrón, parecía estar entre sí, aguardando para presenciar la casta de estos ‘albaserradas’. Y llegó la casta y la lidia con este 5º. Noé Gómez del Pilar supo poner perfectamente en suerte y a distancia en varas este toro, que si bien tardó en ir al caballo, empujó con bravura en el peto en sus 3 varas. Fue ovacionado el picador Juan Manuel Sangüesa, como más tarde el banderillero Víctor del Pozo por sus dos grandes pares, tras gran lidia también de ‘Candelas’.
La faena de Noé tuvo esa intensidad que la dan estos toros que resaltan seriedad, peligro sordo e inquietud. El toro, reservón y tardo, tuvo también movilidad suficiente, aun con su peso, lo que permitió a Noé dar series firmes por derechazos en los tercios del 7. Con la zurda vino lo más interesante, con una tanda que molestó el viento, el toro pegando gañafones, haciendo perder la muleta del torero. A base de insistir, Noé supo después parar, mandar y hasta templar una gran serie de naturales, imposibles en otras manos, concluyendo más a gusto por derechazos.
Gomez del Pilar y 'Calentito'
La faena, estructurada pacientemente en terrenos reducidos, fue tensa y larga, el aviso cayendo antes de entrar a matar de una estocada certera, con muerte de bravo. Julio López, el 3º de esta gran cuadrilla, lo remató con una puntilla milimétrica, lo que desencadenó de inmediato una petición de oreja, de esas de verdad, que pocas plazas como Madrid saben apreciar en su justo valor. Oreja cortada a pulso, que lógicamente concedió el presidente Iñaki Sanjuán, sin ninguna polémica, siendo una oreja festejada por todos los tendidos, de las pocas unánimes de esta feria y que resaltó también una lidia conjunta del diestro y de toda su cuadrilla. Un gran momento en el cual nos embarcó en su personal arca este Noé Gómez del Pilar, sabedor de la lidia y de la ciencia taurina. Los despojos de ‘Calentito’ se fueron entre fuerte ovación. Se dejó el pellejo este ‘tío’, regalándonos su bendita casta.
El 4º toro de Escolar Gil, ‘Sereno’, también fue ovacionado en el arrastre, un toro que embestía con celo en la muleta de un Esaú Fernández algo precipitado, que decidió recetar una faena corta, por no decir rápida, a la que faltó su punto de profundidad, y que concluyó con bernadinas y división en los tendidos. Ni él ni Gómez del Pilar pudieron con los dos primeros toros, ambos de poco recorrido y sin empuje para el lucimiento.
El 3º de la terna, el colmenareño Miguel de Pablo, se fue discretamente de la plaza hacia la enfermería para revisar su herida por asta tras una espectacular voltereta con el cierraplaza. Torea poco y se nota, y más con este tipo de toros que no perdonan nada. Esta corrida, que bien hubiera podido ser un escaparate idóneo para que nos muestre su valor, solo expuso su falta de oficio por el poco rodaje que tiene y las demasiadas precauciones que mostró con su exigente lote.
Nos hubiera gustado ver los toros de Escolar Gil en el tercio de varas, como se pueden presenciar en plazas toristas francesas con la cuadra de Bonijol, pero desgraciadamente apenas pudimos verlo solo con el 5º, tras la lidia adecuada de Gómez del Pilar. Una pena para los aficionados, cabreados entre gritos de “Equigarce, fuera de Madrid” tras la bronca al tercer varilarguero de la tarde y la pancarta inicial que sacó el tendido 7 tras el paseíllo y que decía acertadamente “Pesaje de caballos, publico y diario”. Plaza 1 tiene la responsabilidad de tomar seriamente este asunto. No es posible seguir así cargándose tarde tras tarde este tercio de la bravura como si nada.
