Por Jorge Eduardo - México
El sevillano tuvo una confirmación de alto impacto en la Monumental de México. La reforma en materia de protección animal es una realidad.
Hace muchos años, en lluviosas tardes novilleriles, vimos a un chico rubio torear extraordinariamente por la izquierda. Era Javier Jiménez, quien después de dos tardes, desapareció del mapa. Un par de años después, apareció otro chico que parecía calca del anterior y que también hizo el toreo al gusto de la Monumental. Se trataba de su hermano, Borja Jiménez y, también, luego de dos solitarias tardes, parecía que seguiría ese camino.
Fue la plaza de Madrid quien lo rescató para bien de la fiesta brava, ante una corrida de Victorino. Tres orejas en una tarde de entrega que le han valido para colocarse en los carteles y, en esta ocasión, para cruzar el charco y volver a Insurgentes doce años después.
Bien, pues apenas abrirse de capa para torear de las mil maravillas por lances al abreplaza de San Constantino, puso a las 7 u 8 mil personas que entraron a la Plaza México de su lado. La cosa siguió a más con ajustadas chicuelinas y un buen tercio de banderillas de Cristian Sánchez y Diego Martínez.
Luego de la cesión de trastos, Borja estructuró un soberbio inicio de faena desde donde otrora se encontrase el estribo hacia los medios, dibujando dos estupendos trincherazos. La faena se basó en tandas por el lado derecho y una primera, fenomenal, al natural que acrecentó la efervescencia en los tendidos. Desafortunadamente, el toro se quedó parado luego de la mitad de la faena y Jiménez, que hasta afeó su trasteo con un desplante medio chabacano, tampoco consiguió redondear con la espada.
Nuestro incomprensible juez Enrique Braun concedió el arrastre lento a este toro.
Con el quinto, la cosa pintaba mal. Un desastre de tercio de banderillas a la altura del juego de un toro suelto y que acusaba sosería precedió a un brindis del andaluz al ganadero, que de inmediato se puso en el centro del ruedo para cambiarse al toro por la espalda.
De ahí en adelante se desgranó una cascada de buen toreo, a veces un tanto revolucionado, pero dando siempre largueza a los muletazos, empaque, temple, buen gusto, lentitud y unos naturales colosales, al menos un par de ellos. En un palmo de terreno, todo en los medios y con completo dominio de la situación. Se tiró a matar en la suerte de recibir para dejar media estocada apenitas trasera y tendida antes de descabellar en cinco ocasiones. Se cebó el triunfo grande pero Borja dio una vuelta al ruedo que le supo a gloria.
Así toreó al natural Borja Jiménez
Sergio Flores volvió a la Plaza México después de prolongada ausencia. Con el de la devolución de trastos estuvo empeñoso sin lograr demasiado ante la poca calidad de la res, situación a la que tampoco ayudó su falta de asentamiento. Mató de media y descabello.
Con el cuarto, protestado de salida, el tlaxcalteca mostró su oficio, su capacidad taurina y su firmeza para hacerse de un toro también suelto y deslucido. Sin embargo, también quedó patente lo basto de su concepto y sus dificultades para poner de acuerdo a la Monumental, cuyos tendidos protestaron sonoramente la oreja marca Enrique Braun que paseó.
Miguel Aguilar se alargó con el tercero de la tarde en una faena insustancial y aburrida ante un toro muy débil y deslucido, con el que tuvo que detener su porfía por las protestas del público e ir a por uvas sin mucho acierto.
El sexto, también protestado con más insistencia que fuerza, sentenció la tarde de Aguilar. Cobijado por la sombra, el resto del embudo no hizo mucho eco de sus esfuerzos ni con el capote ni con la muleta. Luego de un buen inicio de rodillas hizo un toreo academicista que no encendió las pasiones de los aficionados, quienes siguieron poniendo el dedo en la llaga de la presentación del toro. Mató de estocada entera y cada quien para su casa.
Después de este notable éxito de Borja Jiménez, la empresa debería estar planeando desde ya su reaparición en el coso de Insurgentes a la brevedad posible. Fechas sobran, pues solo quedan dos festejos anunciados. Sería optimista pensar que eso ocurrirá.
La reforma de protección a los animales pasó en el Senado
Por lo que es cuestión de que los congresos locales la aprueben, proceso que a últimas fechas es mera tramitología, para que esta sea promulgada. Es decir, el proceso de construcción de las leyes secundarias y de un nuevo marco legal para las corridas de toros estará en marcha y nadie podrá evitarlo.
En fin, que por delante queda una importantísima batalla que todo el mundo del toro debe de asumir con toda franqueza, pues la fiesta estará en franco riesgo, sino de desaparecer, por lo menos de ser deformada y reducida a un chou paródico e indigno. Estamos en manos de los legisladores, de la carroña de politiquería y lo electorero, de protagonismo de personajes con muchos claroscuros, por decirlo amablemente…
…Amablemente les decimos, que ganas de estar… molestando…
Galería de fotos en la #SuerteSuprema: https://lasuertesuprema.art.blog/2024/11/25/la-espada-evito-un-triunfo-grande-de-borja-jimenez-la-reforma-paso-en-el-senado/