Con Niebla, o sin ella, se puede decir que queda cerrada la temporada taurina en Europa.
Ahora es el turno de América, donde en gran medida destaca México. Al otro lado del ‘charco’ será el escenario de los festejos taurinos a partir de ahora.
Son muchos los diestros, además de los rejoneadores Hermoso y Ventura, que ya se encuentran en tierras mexicanas iniciando su temporada americana.
La presencia de Juan Ortega, David Galván y Borja Jiménez son las mayores novedades este invierno para los aficionados americanos. Otros, como Antonio Ferrera, no han dejado de estar, ya que ha alternado todo el año su presencia en Europa y América.
Caso aparte merece Enrique Ponce, quien visita esas tierras para despedirse de tantas plazas por las que pasó durante tantos años. Culminará de ese modo la temporada 24/25 de su adiós a su longeva actividad profesional.
Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, con muy distinta medida, formarán también parte de la temporada americana. No son buenos tiempos para el toreo en esas latitudes, pero mientras haya vida habrá esperanza de que lo que fue, pueda seguir siéndolo. Al menos, ese debería ser, y no otro, el futuro de la mejor de las fiestas como dicen por allí.
Aquí, mientras tanto, quedamos a la espera de que el 2025 sea aprovechado para mejorar la gestión de los carteles de las ferias. Ya está bien del sota, caballo y rey que domina la cartelería de tantas plazas.
Confiemos en que las partes sean capaces de ponerse de acuerdo con los derechos televisivos y que Onetoro aterrice de su ilusionante, también ilusa, aventura. Nos va bastante en ese acuerdo, en ese pacto entre empresas, profesionales y el canal.
Los aficionados, más que nunca, hacen votos y esperan que reine la cordura. No es tan difícil, se hizo durante muchos años. Pero da la sensación de que en esta actividad no gusta eso de poner los pies en el suelo. Gusta tocar la gloria, aunque sea ayuna de verdad y/o riesgo.
Una actividad, curiosamente, donde se valora y se premia a quienes atornillan los pies en la arena, primer paso para que el toreo que surja sea a base de verdad y pureza.
América toma el relevo, ojalá lo haga con buena nota.