No, no es un resultado de fútbol. Se corresponde, taurinamente hablando, con lo acontecido el Domingo de Resurrección.
Es día grande este domingo, si bien desde hace bastantes años tiene más predicamento en Sevilla, donde da comienzo la temporada, mientras que en Madrid es el Domingo de Ramos el que la abre, pero desde unos pocos menos de años.
Cartel de relumbrón en la Maestranza andaluza, como es lo habitual, en tanto que en Las Ventas madrileña el cartel no era de campanillas, pero los toros tenían mucho más atractivo y fundamento, también es lo habitual, que los que se iban a lidiar en el ruedo maestrante.
Morante, Castella y Roca brillan desde lo alto del firmamento taurino y a punto estuvieron de no poder hacer el paseíllo por culpa de la lluvia impenitente que ha deshecho las ilusiones de la Semana Santa sevillana.
Hubiera sido la guinda de las suspensiones para cerrar la semana, pero quiso el cielo dar una tregua para que la terna, previa espera de media hora para acondicionar el ruedo, abriera sus capotes y muletas para dar muerte a una muy desigual y floja corrida de la casa Matilla.
Como es lo normal, el peor lote cayó en las manos del único sevillano del cartel. Esbozos a la verónica y nada más nos pudo dejar el de La Puebla. El francés Castella quiso y pudo con su primero y no pudo, aunque quiso, con su segundo. Una oreja a su esportón. El peruano también paseó, de menor valor, un trofeo de su primero, para toparse con las pocas condiciones del sobrero último. Dos orejas generosas en Sevilla que supieron a poco a los que llenaron la plaza.
En Madrid no hubo lleno, faltaba reclamo en el cartel, pero pudo alcanzarse un tercio de entrada, que es, más o menos, lo que representa el núcleo principal de los aficionados, sin sumarse los figurantes que acuden a la plaza cuando en el cartel hay figurones, aunque fuera de San Isidro también les cueste llenar los tendidos.
Los toros de Pedraza de Yeltes tiraron del interés de la afición y, además, dieron un juego muy interesante, a diferencia de lo de Sevilla, por lo que se pudo disfrutar de la emoción y la importancia de todo cuanto sucede con el toro en la plaza.
Una nacionalidad taurina más, la portuguesa, se sumó a la internacionalidad de los actuantes en Sevilla, confirmando su alternativa Manuel Días Gomes. ‘Tiene gusto toreando y ha trazado buenos muletazos’, eso nos decía nuestro compañero José Luis García Losada.
Después llegó Román y el mensaje era; ‘Vaya lío ha formado con la izquierda, lo está bordando. Oreja con mucha fuerza’. Para De Manuel nos dejó dicho: ‘No ha dado con la tecla, se ha perdido. Ha dejado irse un gran toro de triunfo’.
Como puede verse, solo una oreja en la Monumental madrileña, pero de gran valor. Dada la exigencia de Madrid se podría afirmar que vale por las dos sevillanas. Un 2-1 pero con sabor a empate en este Domingo de Resurrección entre Sevilla y Madrid.
Crónica de Madrid por Jean-Charles Olvera
Fotos: Arjona/Pagés y Las-ventas.com