Se terminó la temporada en Madrid con la celebración de la corrida en el Día de la Hispanidad.
Celebración, lo que se dice celebración, hubo poco que celebrar. Una corrida a la que se considera importante en el calendario, y máxime para cerrar temporada, requiere de otra organización, de otra seriedad. La empresa, a la que algunos aficionados le pide su dimisión, ha cerrado el peor capítulo ganadero en muchísimos años.
Un saldo es lo que ha echado hoy por toriles, antiguamente se decía limpieza de corrales, aunque en este caso habrá que decir limpieza de dehesas, dado el renombre de los hierros que es de suponer no tenían esos toros en los corrales de la plaza. Eso no es serio y es un fiel cierre a una temporada en la que eso mismo ha sucedido demasiadas veces… casi todos los días.
A una plaza así hay que ofrecerle todo lo mejor. No ha sido hoy
La primera plaza del mundo no sabe, no quiere o no puede escoger toros en el campo que valgan para Madrid. Hoy, señores, se han necesitado 22 toros reconocidos para que se hayan podido ver seis. La mitad pura basura. Se quejan en los tendidos y, lamentablemente, lo hacen con razón. Exigirle mejor organización y mayor orden es lo mínimo que se puede hacer con la que se supone es la primera empresa del mundo.
Después, con ese material, a salvo el tercero y algo primero y quinto, no podía esperarse mucho éxito de sus matadores. Un brindis al sol en día de tanta solemnidad. Brindis personales hubo dos. Uno a la Infanta Elena, gran aficionada, que lo recibió cariñosamente del mexicano Fonseca y otro de El Cid a Joaquín. Este último, que yo sepa, ya es el tercero que le hace al futbolista y de buena tinta se que no suelen resultar exitosos. Viví en directísimo el segundo brindis y el propio futbolista comentó que era mejor que no, pues no le daba suerte precisamente al torero. Hoy, a la tercera, tampoco fue la vencida.
En Valencia le brindó por segunda vez El Cid a Joaquín
Tanto El Cid como Talavante, por momentos, han mostrado sus buenas maneras, pero sin llegar a redondear nada. Se podría decir que se han justificado, pero también se puede decir que faltó más de todo para redondear lo que apuntaron sin debida continuidad.
Y si de brindis hablamos, hemos de hacerlo con una ‘copa de Chenel’. Isaac Fonseca estaba anunciado justamente por haber sido el triunfador de ese Certamen y al menos podemos decir que se esforzó por dar sentido a su entrega indudable. Nada que objetar a que un torero se entregue de esa manera, incluso para que los tendidos arropen esa disposición, hablamos de un torero joven y de reciente alternativa, y solo le llegó el calor del público cuando fue cogido escalofriantemente y salió ileso ni se sabe cómo.
La tarde de la despedida de la temporada quedó empañada con saldo de toros impropio, toreros a medias y la copa con la que brindaron los espectadores en este día tuvo, finalmente, un sabor bastante amargo. No es oro todo lo que reluce y o se respeta a Las Ventas, su categoría y exigencia, o más vale que deje de llamarse así para llamarse ‘Una verbena más’.
No se necesita pedir la dimisión a la empresa, entre otras cosas por ser una acción que deben emprender ellos y no lo van a hacer, pero sí exigerles que se tomen más serio la máxima categoría de esta plaza o se refugien en plazas de una categoría inferior. En su mano está evitar muchas de las protestas, que como en todo pueden ser más o menos adecuadas, que han de escuchar desde el tendido.
Quienes no conozcan los 22 toros reconocidos hoy, ¡cómo serían! puede que no entiendan la postura de los exigentes, pero sabiéndolo es imposible no recriminar tal desbarajuste. Esperemos tomen nota para 2024.
Foto: Lasventas/Plaza1