San Isidro ni empieza ni acaba, es el Santo Patrón de Madrid y, como la ciudad, no se acaba jamás.
Cuando lo dicen, o lo escuchamos, lo que se quiere decir es que se acabó la feria, el conjunto de festejos celebrados en Las Ventas sin solución de continuidad. Bueno, esto último tampoco se puede afirmar ya, Plaza 1 nos dio descanso un día a la semana, como se hacía antes con las chachas.
Lo cierto es que se agradece el descanso, así como el reducir los días de feria, de más de treinta a veintitrés. Lo digo por mí, que me he hecho mayor, aunque alguno habrá que prefería los más de treinta festejos. Al menos cuando había más carteles cabían más toreros y este año nos hemos quedado sin ellos, arrinconados, a los que queremos recordar: Antonio Ferrera, Curro Díaz, Manuel Escribano, Juan Ortega, Rafaelillo, Javier Cortés, Sergio Serrano… entre otros y faltó sensibilidad para ofrecer la confirmación a Diego Carretero, quien estando anunciado el pasado año no pudo llegar por un percance. Ya ven, con tres carteles más habrían tenido hueco para todos los citados. Se les ha echado de menos durante el ciclo.
De lo sucedido cada tarde ya les hemos contado ampliamente aquí, todos los días, o bien yo o mi compañero Jean-Charles, creyendo que hemos estado a la altura de la verdad de lo acontecido y con el prisma y la visión que nos da el ser aficionados, como cada uno de los que pagan por estar en la plaza. Nos gusta eso de ser aficionados a la hora de analizar lo vivido y no nos dejamos llevar por otros intereses que no sean los que ha de tener un aficionado. Una misión que nos permite hacer periodismo desde el lado independiente y correcto de la historia para con lo sucedido en el ruedo.
La empresa presume de que ha habido muchos llenos, días de ‘no hay billetes’, pero solamente han sido nueve. El pasado año se puso el cartel 11 veces. Puede que cuenten con días de llenos aparentes. Suena a propaganda y triunfalismo. Tanto en 2022 como ahora, se llenaron los días de las figuras reunidas, y como este año han faltado esos siete u ocho carteles, el porcentaje de media es más elevado. Así de simple y sencillo, no hay más truco que valga. Si no hay carteles sin figuras baja menos el porcentaje de asistencia y si, además, tiras menos de la cartera de los aficionados ofreciendo menos festejos les tiembla menos el bolsillo.
Pueden probar el año que viene y que solo anuncien las nueve tardes de los llenos, así podrán decir que lleno todos los días y porcentaje del 100%. Claro, ¿de esa manera dónde queda el abanico de toreros que pueden mostrar sus cualidades, e incluso sorprender, si solo vienen las figuras como en cualquier plaza de segunda?
De los resultados de las actuaciones, como digo, ya lo contamos, pero las consecuencias han sido las siguientes: Cartel de la Beneficencia para Castella, De Justo y Fernando Adrián, justo los tres que han salido en hombros. Han quedado de ‘suplentes’ con una oreja cortada Gómez del Pilar, Román, Ureña, Leo Valadez, Ginés Marín, Tomás Rufo y Uceda Leal. Yo añado por mi cuenta a Robleño que no cortó oreja, pero dio las dos vueltas al ruedo más clamorosas de la feria. Parece ser que de estos saldrá una terna para un cartel especial el 2 de julio.
En cuanto a ganaderías son dos las más recordadas: Santiago Domecq y Victorino Martín. Incluimos a toros y toreros de la corrida de la Prensa, incluida dentro del ciclo. A eso habría que añadir al gran toro de José Escolar llamado ‘Cartelero’.
Como resumen, hemos de decir que muchas de las orejas han sido pueblerinas o festivaleras, incluidas salidas en hombros poco acordes con la categoría de Madrid. El público baja su exigencia y los señores del palco andan sin criterio unificado y yo diría que sin criterio directamente.
Esto, y los capotes de Urdiales y Aguado, son a grandes rasgos lo que nos deja la feria 2023. Sin olvidarnos que Diego Ventura volvió a salir en hombros.