El Domingo de Resurrección el torero de Linares, Curro Díaz, dio un recital de naturales en Las Ventas…
A unos días para que comience la feria de San Isidro, el de Linares lo ha vuelto a reeditar en la cercana localidad de Colmenar de Oreja. Tan solo a cuarenta minutos de Madrid, en la monumentalidad de su plaza mayor, vestida de coso taurino para la ocasión, Curro Díaz dicta de nuevo lección al tiempo que grita, con su muleta, que su ausencia la padecerá él, pero también la padeceremos todos los aficionados.
Algunos quisieron padecer menos y se acercaron a esta bella localidad madrileña, ávidos de que no hay mejor manera de comenzar el ciclo isidril que tomarse en tan bella plaza mayor un buen aperitivo de naturales. Buena manera de llegar a Las Ventas el miércoles ya apropiados del dicho popular de ‘que me quiten lo bailao’.
El de Linares tuvo que matar tres astados por percance de Juan Miguel y en los tres nos mostró su torería, que parece haber adquirido mejor poso y reposo para el toreo de muleta, aumentado cantidad y calidad y añadiendo más hondura a su ya probada personalidad para los adornos y el toreo a dos manos.
Curro Díaz feliz tras su tarde en Colmenar de Oreja
En el cartel no estaba solo el de Linares, otro torero injustamente relegado en la feria madrileña, Javier Cortés, trenzaba el paseíllo con él y también tuvo tiempo para reivindicarse con series por ambas lados, si bien con la espada se le fue la mano. Si Curro obtuvo tres apéndices auriculares, Cortés paseó uno de su segundo.
Para cerrar la terna el torero local Juan Miguel, quien tras salir de un grave percance hace dos meses en la Copa Chenel, volvía de nuevo a la enfermería tras una espeluznante cogida que encogió el corazón de sus paisanos y también el de todos los presentes. Al parecer sin cornada, fue derivado al hospital para estudio radiológico.
Los toros portugueses de Sobral, de variado pelaje, no fueron un dechado de bravura ni de fuerzas, ofreciendo mejor juego y oportunidad para el lucimiento los tres lidiados en último lugar.
En resumen, toreros con vitola de Madrid y para San Isidro que se han quedado en el banquillo por que así funciona esta fiesta, donde el corte de orejas en el San Isidro anterior no te sirve para volver en la feria del año siguiente.