La tristeza es aquello que afecta tus sentimientos más allá de lo razonable y que neutraliza otros estados anímicos más alegres.
Esta semana que ahora termina entra de lleno en esa consideración de triste. Triste fue la esperada comparecencia de José Tomás en Jaén. Las expectativas no se cumplieron y muy pocos podrán decir que les satisfizo la actuación del ídolo de Galapagar.
Pero siendo triste ese final del evento, son otros calificativos los que terminaron por adornar la ‘vuelta del mesías’. Ya producía bochorno el modelo de corrida de cuatro toros, pero mucho peor fue la presentación de los astados. Del juego de los bovinos se desprende que la fórmula elegida fue todo un despropósito.
Lo único alegre en Jaén el llenazo, lo sucedido en el ruedo muy triste
Pero faltaba algo para que todo resultara de una tristeza total y eso llegó cuando al final el diestro, o siniestro en este caso, prohibía que la empresa facilitara a los medios las imágenes en video de lo sucedido, como así estaba inicialmente programado. Demasiado triste como para ocultar la decepción que supuso el regreso del torero. Confiemos que tome nota del fracaso y se corrija todo para que el siguiente evento en Alicante pase de ser un espantoso ridículo a algo mucho más digno de su trayectoria.
Tristeza también fue cuando nos llegó la noticia del fallecimiento del torero albaceteño Antonio Rojas. En mi caso personal un torero con el compartí más de un café y buenos ratos juntos cuando coincidimos en la ciudad manchega por motivo de trabajo al margen de los toros. Un buen recuerdo guardaré siempre de este torero, a quien las cornadas privaron de un mejor palmarés, pero mucho más de su persona.
Como desde hace cinco años, el llegar a la fecha del 17 de junio, una nueva tristeza aflora en nuestros sentimientos. Se nos fue Iván Fandiño, ese torero en el que los aficionados nos apoyábamos para poder pensar que es posible abrirse camino a base solo de cualidades, compromiso y actitud. Huérfanos quedamos tras su marcha y de ahí la tristeza cuando se acercaba la fecha de su definitivo adiós.
Pero, dicen, las tristezas nunca vienen solas, y así pudimos enterarnos de que el maestro zamorano Andrés Vázquez también elegía la fecha del 17 de junio para hacer su último paseíllo celestial. El torero de Villalpando, quien firmara páginas hermosísimas en los ruedos, no superaba el fallo multiorgánico que dictó su final.
Maestro, fue un placer haber sido aficionado en su tiempo
Nos deja el maestro mucho más que lo que se lleva, diez puertas grandes en Las Ventas le adornaban, y será difícil que muchas de las páginas por él escritas puedan marchitarse en el recuerdo de los aficionados. El Nono de Villapando se ha ido a punto de hacerse nonagenario. Quizá sea que siendo desde siempre Nono no hacía falta llegar a ‘Nona’.
Descansen en paz ambos diestros castellanos, Andrés y Antonio y emotivo recuerdo para Fandiño. Páginas tristes que nos ha tocado vivir en la semana. Lo de J.T. más que tristeza, que también, nos ha producido bochorno.