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Sí, hemos dicho 46, 46 festejos taurinos seguidos. Bueno, no podemos mentir, menos el día 13 de mayo que habrá descanso. Quizá por aquello de la Virgen.
Para aquellos que no lo sepan, hemos de recordar que el mundo católico celebra ese día la aparición de la Virgen de Fátima, que se apareció ante una terna en un país taurino como Portugal. La terna hace 102 años podía resultar extraña por aquello de figurar en ella dos mujeres, Lucía, Francisco y Jacinta, que fueron quienes hicieron aquél singular paseíllo, pero en el siglo XXI a nadie puede extrañar la mayor presencia femenina en cualquier sitio.
Sí, decíamos que habrá toros, en plazas de la importancia de Sevilla y Madrid, durante más de mes y medio seguido, excepción de ese 13 de mayo citado. Sevilla abre esos días desde el 1 de mayo al 12 y Madrid hará el relevo desde el 14 hasta el 16 de junio. ¡Ahí es nada!
Presencialmente suponemos que no serán muchos quienes se los vean los 46 festejos, pero a través de la televisión sí aseguramos que serán miles de aficionados de todo el mundo quienes le sacarán brillo a la butaca, esa barrera a la sombra de bajo precio y que te ofrece la repetición de todo.
Es cierto que las imágenes y las repeticiones serán al gusto del realizador pero, es evidente, que tienen su atractivo y que en general gustan al telespectador. Un aficionado cabal siempre echará de menos muchas cosas de las que se viven en la plaza, y también evitaría que se abusara de los distintos ángulos que utiliza la realización y que impiden tener una sola perspectiva para aquilatar mejor las distancias, los embroques y el conjunto de las faenas.
Se goza de más ángulos, pero se pierde ese en el que el torero ocupa una sola posición y que en ese constante cambiar para verle de frente o de costado de las múltiples cámaras, la esencia de la autenticidad muchas veces desaparece. Como en las actuaciones de los magos, los ángulos son decisivos para aquello de lo ves y ahora ya no lo ves, aunque todavía no se hayan llegado a usar los espejos para hacer ver lo que no es.
Más de mes y medio, decíamos, en que muchos dejarán de hacer tareas cotidianas, pasear, leer, ir de compras o verse con los amigos, pues las posaderas ocuparán una sola posición: el mejor sillón de casa. Nunca se había dado esta coincidencia de alinearse las dos ferias más largas, una detrás de otra, aunque Madrid casi triplique la oferta sevillana.
Toreros para todos los gustos y toros no tanto. Entre una plaza y otra podrá verse a toda la torería andante o a caballo. Y si hay figuras que no pasarán por Madrid, Morante, Manzanares, Cayetano, se les podrá ver en el ruedo maestrante. En Sevilla más brillo, en Madrid más méritos: Urdiales, Chacón, De Justo, y en ambas plazas Roca Rey, serán los diestros que acapararán la máxima atención.
Estoy seguro que algo se podrá ver en esas plazas y en esos 46 días que puedan satisfacer a todos, tengan los gustos que tengan y aprecien más o menos la autenticidad del toreo y la integridad en todos los órdenes de los toros.
Pónganse cómodos y disfruten. Llevamos 5 y solo nos quedan 41 tardes sin hacer otra cosa. Que la Virgen de Fátima nos proteja.
