Ya se conoce su vuelta. Será en Arles el día 11 de abril durante la Feria de Pascua.
La noticia ha circulado esta semana coincidiendo con hacerse públicos los carteles arlesianos. De ello se han hecho eco todos los medios taurinos y también alguno menos taurino.
Mentiría si dijera que me da igual, sí me apetece volver a verle en los ruedos, pero tampoco se ponen los ojos como platos. Los toreros, prácticamente todos, nos tienen acostumbrados a estas idas y venidas. En ese sentido se parecen mucho al toreo moderno, muchos pases (idas y vueltas) y muy poca autenticidad y sustancia.
En el caso de Talavante, podemos afirmar que el extremeño es uno de los matadores menos estandarizados. No siempre puedes adivinar, o saberte de memoria, cómo van a ser sus faenas de muleta. Su repertorio es el más amplio y espontáneo, sorprendiéndote habitualmente. No podemos decir lo mismo del resto de sus compañeros, donde de algunos ya se sabe uno de memoria lo que va a hacer cada tarde.
De nuevo de luces en este especial patio de cuadrillas de Arles
El caso es que Alejandro Talavante es libre de irse y de volver y en ese orden de cosas solo él decide, los demás quedamos todos a la expectativa. Que sea en la ciudad francesa no creo que sea una casualidad, Francia hoy en día está en la primera línea en cuanto a la Fiesta se refiere. Por supuesto, entendemos que su regreso tendrá continuidad y ya veremos dónde más le veremos anunciado.
Otro detalle, muy importante, a tener en cuenta es de la mano de quién se ha cogido para esta nueva etapa y ahí ha surgido una sorpresa. El torero Joselito no es un habitual de los circuitos y suponemos que su experiencia, y sobre todo su independencia del sistema, complementará perfectamente la aventura.
Sin embargo, no parece muy acertado, o más bien nos parece inaceptable, el que se anuncie el día de su reaparición sin indicar con qué toros se ha de enfrentar. Si la sorpresa, ante tanta expectación, es que lo hará con ganado de Victorino Martín u otro hierro encastado nos parece bien, pero si eso va, como nos tememos, de que están rebuscando lo más cómodo de entre las ganaderías dulzonas de las figuras para tan esperado acontecimiento, vaya nuestro rechazo a esa forma de programar la vuelta. Más podía parecer que en lugar de dar el paso, estará de paso de nuevo entre los aficionados.
A modo de ejemplo, podemos ver cómo para la misma feria se anuncia que regresará, tras el tremendo percance de Pamplona, el diestro murciano Rafaelillo. Pero en este caso el anuncio se hace sin trampa ni cartón, los toros serán de Miura. Bajo este prisma, la vuelta del murciano gana por goleada en muchísimos aspectos a la del extremeño.
Sea como sea, Talavante representa aire fresco en el grupo de las figuras, ya que como decíamos siempre se puede esperar de él que nos sorprenda con los trastos de torear en la mano. Un poco de aire renovado a tanta rutina sí que representa.
Foto: Agnès Peronnet